lunes, 13 de mayo de 2013

Juegología: La conmoción de lo nuevo


 
Los videojuegos no están desapareciendo. No tiene sentido permanecer escondido debajo de las escaleras, la resistencia es inútil. Cualquier industria que genera tal vasta cantidad de dinero debe ser tenida en cuenta y ser merecedora de un digno trabajo de estudio.

Los videojuegos son poderosos, pero ellos no son nada sin los humanos que los juegan. Por ello, las interioridades de la vida de los videojuegos (como ellos trabajan) está fuertemente vinculada con la vida interior del jugador. Y la respuesta de un jugador a un buen diseño de videojuego, es en cierto modo el mismo tipo de respuesta que tiene ante una película o un cuadro.

Alain y Frederic Le Diberder, autores de un excelente libro francés de videojuegos llamado "El universo de los videojuegos", recibió esta idea con los brazos abiertos. Ellos declararon al videojuego como el "decimo arte". Aunque la mayoría de la gente no es tan progresista los videojuegos poseen claramente el potencial para convertirse en una forma de arte.


 
 
¿Décimo arte?, la tradición (desde los griegos atenienses y los chinos confucios) ha mantenido que existen 6 diferentes tipos de artes: música, poesía, arquitectura, pintura, danza y escultura. Los "Le Diberdes" añadieron la TV, películas y las novelas gráficas a la lista, y por último han declarado al videojuego el décimo arte.

Aquí está el porqué. El videojuego aglutina a artistas de enorme talento como diseñadores gráficos, programadores, arquitectos virtuales o ingenieros de sonido. De una forma cada vez mas habitual, los mejores talentos graduados en ciencias de la computación de universidades tales como Cambridge o el MIT se están moviendo hacia la industria de los videojuegos. Existe un gran flujo de talentosos animadores que están migrando de los tradicionales dibujos animados al desarrollo de videojuegos. Músicos que alguna vez trabajaron para la televisión o compusieron melodías de películas, están ahora escribiendo excelentes bandas sonoras de videojuegos y lo mismo está ocurriendo con escritores y guionistas profesionales.




Hay una ingente cantidad de pensamiento y creatividad en esos pequeños discos plateados que insertamos en nuestras videoconsolas. Además también están los motivos estéticos, esos que nos mueven a que nos guste una pintura o una película mas que otra. Todos ellos son importantes motivos que muestran que no se puede ignorar a este extraño híbrido digital llamado videojuego.

El significado original griego de "estética" se refiere a como las cosas son percibidas por los sentidos. Los videojuego modernos (dinámicas e interactivas fusiones de coloristas representaciones gráficas, efectos de sonido, música, velocidad y movimiento) son una incuestionable y fabulosa sensual forma de estimular los sentidos. Además, la mas elemental prueba de ello es que algunos videojuegos son mejores que otros, todavía de lejos no ha habido ningún intento serio de lograr entender porque los videojuegos están consiguiendo alcanzar una posición tan predominante en el actual horizonte cultural moderno.


 
Esas ruidosas luces que compiten por nuestra atención en los salones de nuestras casas se perciben todavía como algo extraño. Como si se tratase de un hermético y misterioso monolito que pide a voces ser descubierto y que desconcierta de forma brutal al no jugador. No obstante ambos tipos de personas son afectados por los videojuegos de una u otra manera. Incluso si nunca has jugado a Tomb Raider, no puedes escapar de las garras de Lara Croft.

La gente se resiste a admitir que algo nuevo puede aproximarse al estatus de arte. Un ejemplo de esta agresiva forma de pensar es la siguiente, "Un pasatiempo para analfabetos, para desdichadas criaturas que permanecen en sus estúpidos trabajos. Una máquina de mentecatos y disolutos". Tan alta moral llena de bilis es típica de los ataques a los videojuegos hoy. Pero esta sentencia no fue escrita para describir a los videojuegos: fue escrita hace 70 años por el novelista francés Georges Duhamel para referirse a las películas que se proyectaban en los cines.

Todavía hoy, existe gente que argumenta que las películas no son una forma de arte. Las formas de arte dependientes de las nuevas tecnologías hacen a algunos sectores establecidos sentirse intranquilos. El filosofo alemán y musicólogo Theodro Adorno, expresó su cautela sobre el jazz (dependiente de un reciente invento instrumental, el saxofón, también surgido de las nuevas tecnologías de grabación de la época) en términos similares con los que Duhamel se refirió al cine.


 
Los videojuegos de hoy se encuentran así mismos en la misma posición que las películas y el jazz estuvieron antes de la segunda guerra mundial: populares pero trivializados, no dignos de ser tratados con seriedad.

Hoy, existe un montón de literatura crítica que ha engrandecido nuestro entendimiento y comprensión del cine o de la música jazz. A mitad de siglo, no hay duda de que esto también será cierto para los videojuegos. Nadie puede discutir, lo que ya se está convirtiendo en una revolución. Guste o no, la revolución ya está sucediendo. Los videojuegos son un enorme negocio de entretenimiento, las ingentes cifras hablan por si solas.


Cuando se habla de videojuegos, se tiende a compararlos con formas que se conocen y aman: como el cine, pintura, literatura y otros. Pero hay una diferencia crítica que necesitamos tener presente en mente y que crea un alto muro entre el videojuego y las formas tradicionales de arte.

Esto es, ¿qué hacemos con un videojuego?, lo jugamos.

En sus tratados, Platón definió "juego" como: "Lo que no tiene utilidad ni realidad ni parecido, no es perjudicial y que debe ser juzgado por lo agradable que proporciona".

Platón permite a algo ser un juego, en la medida que no sea perjudicial y no tenga utilidad. Hay crecientes voces de algunos sectores de la sociedad que afirma que los videojuegos son de hecho moralmente perjudiciales. En el otro bando, existe un empeño por intentar demostrar que tienen efectos positivos, ¿tiene esta lucha algún sentido?. Las disputas entre psicólogos para determinar si los videojuegos ocupan y aumentan las habilidad espacio-visuales-motoras o si son perjudiciales para los jugadores son ya un dilema eternamente inconcluso.


La única cosa en la que estamos todos de acuerdo, es que jugar a videojuegos nos hace mejores jugando a videojuegos. Sus efectos en nuestra vida interior solo pueden ser investigados una vez que tengamos un equilibrado punto de vista de lo que los videojuegos realmente son.

¿Qué tienen en común los videojuegos con los relatos o la pintura?, ¿dónde los videojuegos encuentran su lugar en el desarrollo de tecnologías de ocio, de la representación de perspectivas, de las artes narrativas?, ¿qué lugar ocupan los videojuegos en la historia?.

Si jugar a videojuegos puede ser o no ser "útil", es algo que no es importante en esencia. Lo realmente importante es su encanto: la vida que hay en ellos, y que hay de nuestra vida en ellos. Los videojuegos son divertidos, pero necesitamos saber que tipo de diversión son.

2 comentarios:

Enorme entrada, felicidades!

Tanto las reflexiones que haces como las citas a Platón, Duhamel y Adorno, no las conocía y me parecen perfectamente elegidas como argumentos para todos los que recelan de los videojuegos como arte y, en general, estoy completamente de acuerdo con toda tu exposición.

No creo que el hecho de poder interactuar con los juegos afecte negativamente a su condición de manifestación artística, simplemente le añade una "dimensión" propia, la lúdica, que le da un carácter propio y diferenciado.

Pero ademas, está claro que los juegos exigen una labor creativa y que, además, ya incluyen manifestaciones "clásicas" del arte como el dibujo, la pintura, la música, el cine o la escritura.

Esta discusión la tenía varias veces con un amigo que se negaba a considerar arte al videojuego, pero esta persona tenía una visión muy conservadora y restrictiva del concepto arte y también negaba la condición artística de la mayoría del cine y de algunos libros y música...para mi eso es confundir "manifestación artística" con el concepto de "obra de arte" de las que sobresalen y pasan a la posteridad, y no creo que sea el mismo debate.

Por cierto, las imágenes que incluyes en la entrada son geniales, pero la primera con ese Pacman a lo Van Gogh es simplemente extraordinaria, me gusta más que el original XD!!!

Un saludo!

Muchas gracias Molsupo por tu aportación, con comentarios como el tuyo los artículos se enriquecen notablemente.

La discusión de si los videojuegos son un arte es un paso necesario para lograr el reconocimiento, tal como ha pasado con el cine y la música.

Seguro que tarde o temprano vuelve a aparecer el tema por aquí.

Retro y honor compañero!

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