Los comienzos de la
década de los 80 es la conocida como la de
edad de oro de los videojuegos del software español, aunque veremos mas adelante que
no era oro todo lo que relucía.
En muchas ocasiones se ha hablado de la
industria de los videojuegos de esta época, aunque debemos de comenzar a desterrar este mito, ya que
nunca llego a existir una industria como tal.
La mayoría de los videojuegos de esta época fueron creados de
forma "artesanal" por programadores amateurs que por avatares de la vida tuvieron contacto con un ordenador y
dedicaron sus ratos de ocio a programar pequeños videojuegos para revistas y que posteriormente
fueron fichados para crear juegos mas comerciales y preparados para ser
distribuidos en el mercado.
Tan solo unas pocas de estas personas tras ver
las posibilidades que tenia este mercado, se dedicaron a tiempo completo a desarrollar videojuegos. Algunos
se asociaron formando compañías que como veremos mas adelante
a base de mucho talento y esfuerzo consiguieron sacar al mercado títulos de notable éxito que incluso lograron
traspasar las fronteras españolas.
Cuando el mercado de los videojuegos en la década de los 90 comenzó a especializarse y profesionalizarse, la endeble estructura y la artesanal forma de trabajar de las pequeñas empresas españolas fueron los causantes de que estas no tuvieran ninguna oportunidad en el mercado de los videojuegos de los años 90.
Los primeros desarrollos de los que se tiene constancia en nuestro país consistieron en desarrollos bastante simples para
muebles arcade, que se pudieron ver entre las primeras máquinas que aparecieron en los bares de los años 80. Los videojuegos eran
clones de máquinas de éxito de la época basadas en naves mata marcianos.
La
inmensa mayoría de los videojuegos que hoy recordamos de aquella época fueron programados por personas que se introdujeron en el
mundo de la programación de forma amateur. Y en gran medida fueron las
excelentes revistas de aquella época que estaban en los quioscos, como microhobby, las que alentaron a estos
jóvenes/niños a enviar sus programas a las revistas.
Esta fue la semilla que estimuló el desarrollo de videojuegos en nuestro país. La publicación de un listado en la revista era recompensada económicamente con unas cuantas pesetas, que hacian entrever la
proyección económica que podía tener desarrollar
software de entretenimiento.
Ello provocó que de todo esto surgiera la
cantera de los programadores que conformarían los equipos de desarrollo de la edad de oro del software español que crearían los videojuegos comerciales de la época que todos recordamos.
Entre estas empresas destacan Indescomp, Dinamic, Topo, opera, ... , en
próximas entregas las iremos conociendo mas a fondo.