lunes, 11 de marzo de 2013

Juegología: El origen de las especies

 
 
 

La vida, la religión...el videojuego; todo tiene un principio, un durante y también un final. Como en el origen de la vida, existió un "desencadenante feliz" que originó la aparición de los videojuegos.

Algunos historiadores no cesan en su empeño de buscar explicaciones intentando aportar luz en la búsqueda de los orígenes de los videojuegos; habrá otros que harán de las compañías, máquinas y mascotas su religión. A buen seguro, algunos encontrarán la salvación en ellos, mientras que otros veran al maligno a punto de provocar el mas tremendo de los apocalipsis.

Y es que en cualquier caso la juegología va a llegarrrrrr o mejor dicho ya esta aquí, y es menester comenzar por el principio de los tiempos.

Nuestra historia natural y nuestra historia virtual, tienen muchas cosas en común. En los comienzos nuestro planeta estaba muerto, pero de repente hace millones de años gracias a unas espontáneas reacciones químicas motivadas por una inesperada casualidad cósmica, lograron convertir aquella inerte sopa primitiva en lo que hoy conocemos como "el código de la vida".


Este código formado por enredadas cadenas binarias representa las informaciones que configuran la vida. El código, permanece estructurado en series y crece continuamente replicándose en cada iteración con estructuras cada vez mas complejas. Al final, la organización de este código se vuelve tan densa y compleja, que las nuevas propiedades resultantes no son sencillas de explicar por referencia a las otras partes constituyentes. Y este es en definitiva, el concepto de la vida que conocemos actualmente.   
 
 
De forma similar a la vida natural surgieron los videojuegos. En los inicios (hace muchos menos años), el primer videojuego salió del fango. Este fango, cual sopa primitiva, estaba formado por aquellos engendros mecánicos provenientes de la revolución industrial, pero fue la chispa de la electricidad la que consiguió dar vida a esta nueva forma de entretenimiento.

El primer videojuego era pequeño, feo y sucio como no podía ser de otra manera; pero lo importante es que fue un padre para el resto. De la misma forma y tras un desencadenante feliz, los videojuegos lograron reptar hasta la orilla; desarrollaron rudimentarios ojos y piernas, y gradualmente comenzaron a conquistar la Tierra.

Biológicamente hablando, los primeros juegos fueron (como lo son actualmente), radicalmente exógenos, es decir, no se replicaron reproduciéndose entre ellos, sino que lo hicieron con los humanos (esa extraña forma de vida basada en el carbón cuyo propósito en la Tierra hoy es todavía desconocido).

 
El videojuego, consiguió producir unas intensas sensaciones placenteras en el parásito humano mediante este acto reproductivo. De ello queda constancia en los continuos cambios que sufrieron aquellos vástagos supervivientes que en forma de videojuegos mejoraron en cada nueva generación.
 
Obviamente, los videojuegos fueron programados para ser tan promiscuos como fuera posible, la mayoría de los humanos los impregnaron con su código; y lo importante es que en cada nueva generación persisten los avances creados con anterioridad.

El trabajo de esta programación genética, ha persistido desde los substratos primitivos hasta los tiempos modernos, configurando una sofisticada civilización de videojuegos. En este vasto serpenteo temporal, las presiones soportadas para adaptarse a las mas variadas condiciones llevaron a la formación de diferentes géneros y especies, con el fin de adaptarse a los diversos hábitats. Por este motivo surgieron diferentes estructuras sociales y estrategias de reproducción, en definitiva, la vida sobrevivió.

 
Pero nada es seguro en el juego de la evolución, puesto que algunas especies encontraron imposible adaptarse lo suficientemente rápido a cambios catastróficos en el ambiente, y murieron. Un ejemplo fueron los dinosaurios (aunque copiando su código y dejándolos gestarse en condiciones de laboratorio, podemos traerlos a la vida a partir de sus fósiles, dejándolos deambular felizmente (en nuestros emuladores) cual parque jurásico particular).

No es esta una evolución gradual, ya que existe un enorme abanico de posibilidades y tipos que provoca esta continua evolución. No parece que exista una meta final en las aleatorias maquinaciones de la naturaleza. Algunas especies de juego, por ejemplo, se dirigieron hacia callejones sin salida fallando en su propósito; otras en cambio se obsesionaron cual pavos reales en deslumbrar con llamativos displays; y otras sencillamente no propusieron ningún cambio algo que los llevó a su extinción.


Pero hay otras especies realmente interesantes, son aquellas que se mezclaron, que unieron sus fuentes y borraron las distinciones previas, para convertirse en algunos de los grandes juegos que conocemos y amamos. Deberemos de realizar un viaje a través de la noble historia de las especies de los videojuegos, para realizar un homenaje a la altura de aquellos que pavimentaron el camino de los videojuegos que estamos a punto de disfrutar en la nueva generación.

Ha llegado la hora de contar la historia de como nos convertimos en los maestros del planeta; porque lo que cuenta no es como juegas al juego, lo que realmente importa (en el juego de la vida y en la vida del juego) es si ganas o pierdes.



Fuente: Trigger Happy

1 comentarios:

Realmente es increíble ver cómo ha avanzado la tecnología en tan poco tiempo. Brutal. Tengo un vídeo impresionante sobre el tema: https://gabrielrosselloblog.wordpress.com/2017/02/21/origen-de-los-videojuegos/

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