lunes, 24 de diciembre de 2012

La Cápsula Del Tiempo: Dios si juega a los dados

Periodo de estudio: (Explosión Big-Bang - 1800)
 
 
 
En las cápsulas del tiempo, intentaremos revivir la historia de los videojuegos y es de justicia comenzar por el principio de los principios.
 
Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha tenido la imperiosa necesidad de jugar. Determinar con exactitud una sola causa que haya motivado la aparición del ocio electrónico, se convierte en una tarea imposible, ya que han sido muchos y variados los causantes.

Por ello, como en otros fenómenos culturales, es importante establecer cuales fueron las condiciones económicas, sociales y culturales que provocaron la aparición de la industria del ocio electrónico. Destaca en primer lugar la aparición del concepto de ocio en las primeras civilizaciones de la humanidad, ocio reservado solamente a las élites de las mismas. Otro hito fundamental, se produjo gracias a la revolución industrial, la cual permitió extender este concepto de tiempo de ocio a un sector mucho mas amplio de la población. Y por último pero no por ello menos importante, otro aspecto fundamental fue la aparición y evolución de la electrónica, que permitió llevar las máquinas de ocio a los propios hogares. Todos estos factores, han sido decisivos para que la industria del ocio y del videojuego en particular, ocupe el prominente lugar que tiene dentro de la sociedad actual.
 

Hay juegos en todas las culturas, en todo el mundo, y es que el acto de jugar se define como el acto de realizar una actividad con el único fin de entretenerse o divertirse. Por ello, jugar constituye en los primeros años de nuestra vida una herramienta fundamental para el aprendizaje, y es que jugando es como aprendemos a gatear, caminar y a establecer relaciones con el entorno que nos rodea. Al margen de esta innata y natural forma de jugar de los primeros años de nuestra vida, existen otros factores que nos hacen seguir jugando una vez superada la infancia, como lo son el afán de superación y la competitividad.

Libro Alfonso X

En "El Libro de los Juegos" de Alfonso X el Sabio del siglo XIII, se realiza una distinción entre los juegos físicos a caballo (escudo y lanza, tiro con ballesta o arco…) y los juego físicos a pie (esgrima, luchar, correr, saltar, lanzamiento, pelota), pero los que destacan en este tratado son los juegos que se juegan sentado. Alfonso X alaba la bondad de los juegos de sentarse, ya que pueden ser practicados por todo tipo de personas, hombres y mujeres, enfermos y hasta presos, ya sea de noche o de día, en cualquier tiempo y lugar. Estos "juegos de sentarse", tales como lo son los juegos de mesa y los juegos de cartas, son sin ninguna duda antecesores directos de nuestros videojuegos actuales.

Históricamente, el juego de mesa ha sido un bien cultural, fruto de las civilizaciones más florecientes de su tiempo. Los seres humanos han jugado cuando la bonanza de sus civilizaciones lo ha permitido, jugar ha sido cultura durante toda la historia de la humanidad. Y de ello queda constancia, gracias a los vestigios encontrados que han llegado hasta nuestros días, procedentes de las primeras civilizaciones. Y es que el juego es casi tan antiguo como el hombre. Existen objetos, que aparentan ser juegos desde la prehistoria, como los restos de tableros hallados en la ciudad neolítica de Ain Ghazal y datados hace casi 8.000 años. El primer tablero de juego del que se han encontrado restos completos, es el llamado juego real de UR, del cual se conserva como un preciado tesoro en el Museo Británico uno de los tableros encontrados. Fue un arqueólogo británico llamado Sir Leonard Woolley, quien encontró varios de estos tableros, utilizados hace más de 4.500 años, en Ur, la antigua ciudad de los sumerios.

Juego real de Ur
 
Los sumerios fueron un pueblo ingenioso y brillante . Entre sus principales aportaciones destacan la división del círculo en trescientos sesenta grados, la escritura cuneiforme y el fraccionamiento del día en las veinticuatro horas de sesenta minutos por el que nos regimos actualmente. Viendo esto, parece que diseñar un juego como éste no les debió resultar dificil. Se tenía por costumbre colocarlos en las tumbas de reyes y potentados, para que las almas de los difuntos tuvieran un pasatiempo con el que entretener su eternidad. Todo apunta por tanto, a que este juego era uno de los pasatiempos de las clases mas altas de Suineria. Por otra parte, indicios arqueológicos apuntan al hecho de que seguramente era practicado con dos grupos de siete fichas, de colores blancos y negros. Junto al tablero también se han encontrado dos dados piramidales, cada uno con dos caras marcadas y otras dos limpias. Y aunque no se conocen reglas escritas, los estudiosos han podido intuir el método de juego basándose en la disposición del tablero.

Al igual que los sumerios, al resto de culturas también les ha gustado jugar, desde los indios con el ajedrez hasta los chinos con el Ma Hong, pasando por el senet africano. Los primeros juegos estaban tallados en piedra, posteriormente en papel y metal, más tarde en plástico y ahora nos llegan en forma de bits ejecutados en veloces microprocesadores.

Especial mención debemos hacer a los juegos de naipes, de hecho fue una empresa de cartas una de las primeras que apostó fuerte por el mercado de los videojuegos. A finales del siglo XIV, se expanden rápidamente desde Italia los juegos de cartas, se puede seguir la pista de esta propagación durante el siglo XV a través de la sucesión de prohibiciones por parte de la Iglesia de las que las cartas fueron objeto en diversas poblaciones europeas. Posiblemente, los naipes también provienen de oriente, aunque es en Europa donde se hacen extremadamente populares.

Con las cartas nace una forma de juego espectacular: con una sola baraja es posible jugar a una gran cantidad de juegos. Con ligeros cambios de un país a otro, la baraja de cartas de cuatro palos numerados cada uno del 1 al 10 (ó al 12 ó al 13, con comodines o sin ellos), da lugar a una enorme variedad de juegos de cartas diferentes. De solitarios a la escoba, de la Dama de Picas al juego del Hombre, del Bridge al Tute, del Póker al Mus, desde el siglo XVI nacen y se desarrollan multitud de juegos de cartas todavía vigentes en nuestros días.

Naipes españoles
 
En las cartas, ya podemos ver una analogía clara con los videojuegos actuales. Como la falta de legitimidad que sufrieron al ser perseguidos por los poderes de la época y de la que los videojuegos no se ha librado, o la filosofía multijuego que partiendo de un único dispositivo (en este caso la baraja) se permite jugar a múltiples juegos modificando algunas reglas, problemas y virtudes análogos a los tiempos actuales.

En el periodo comprendido que va de los siglos XVI al XIX, los juegos de sociedad consiguen alcanzar gran difusión, principalmente entre las clases altas y adineradas, aquellos quienes pueden dedicar más tiempo al ocio. Es época de recreación de juegos y de invención de mecanismos, como los propios naipes, o juegos como las Damas (cuya primera referencia, aunque sea un juego anterior, se tiene a principios del siglo XVI), el juego de la oca (a finales del siglo XVI), la escalera (adaptación cristiana del juego hindú Mokshapatamu), Golpea la Caja (Inglaterra), el Asalto, etc.

Pero todos ellos comparten una misma filosofía común; la de entretener, la de competir, la de encarnar un rol dentro de un escenario. En el ajedrez por ejemplo, controlamos ni más ni menos que a todo un reino dentro de un campo de batalla con el fin de derrocar al rey contrario.

Unos personajes, unos objetivos, un escenario y unas reglas de juego; son el punto de partida al que nos enfrentamos, para adentrarnos en este fantástico universo llamado juego.

2 comentarios:

Menudo articulazo! Pues últimamente y gracias a una app para el iPhone me estoy quitando la espinita que tenía clavada desde niño de no poder jugar con nadie al ajedrez. La verdad es que ya me atraía pero estoy quedando realmente impresionado como cada partida se convierte en una batalla completamente diferente.

Muchas gracias por tus comentarios DanySnowyman, se agradecen un montón. Uno de los grandes problemas de los juegos de mesa o de cartas era que necesitabas a otro jugador, y uno de los grandes factores que los videojuegos han tenido a su favor es esa capacidad de poder jugar solo. Aunque en muchas ocasiones realmente es una batalla entre hombre-máquina que hace que jugar a los videojuegos sean tan interesantes.

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